Maximiliano Schonfeld
Año de residencia
"En el tiempo que trabajé con la escritora Selva Almada se activaron en mí algunas inquietudes que tenían que ver con el choque entre la palabra y la imagen. Con lo estrictamente literario y lo cinematográfico. Con sus traslados y con sus formas insalvables donde siempre se procede desde la polaridad y la experimentación. Y justamente en el rodaje de la película que escribimos con Selva fue que releí algunos fragmentos de Frankenstein que había subrayado en el libro de Mary Shelley. Sobre todo en el capítulo en el cual el Monstruo observa escondido en la granja la cotidianidad de una familia y en ese mirar aprende el idioma, el trabajo, el amor y la tristeza. Esa granja en mi imaginación se parecía mucho a las que tantas veces había filmado en Entre Ríos. El libro, al igual que la película, propone un viaje por paisajes y modos de existencia, desvíos y contornos frágiles, casi invisibles. Y la misma pregunta: ¿existe algún plan para nosotros?"